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Quizá sea por vanidad. Pero todo indica que no solo es por mirarse al espejo sin espantarse. El endurecimiento del mercado laboral, la mayor competencia en el trabajo y la perspectiva de vidas laborales más largas (ya saben, hasta los 67 años) han abierto perspectivas de negocio a las clínicas especializadas en cirugía estética. La imagen ya no es necesariamente el espejo del alma, a juzgar por el creciente uso de los tratamientos estéticos para modificar la apariencia. Parecer más joven, y sobre todo más saludable, se ha convertido en una exigencia laboral en muchos ámbitos profesionales y las clínicas constatan esa tendencia con claridad.
El 80% de las clínicas de medicina estética españolas aumentaron en el 2010 los tratamientos a hombres, fundamentalmente de entre 30 y 50 años, y esa tendencia se va a mantener, según los expertos. Según una encuesta impulsada por XXVI Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), que reúne a unos 800 médicos y especialistas en Barcelona, el 32% de los hombres que acuden a una clínica de Medicina Estética solicitan un tratamiento de rejuvenecimiento facial, en segundo lugar obesidad (26%) y en tercer lugar la depilación (21%).
Pilar Rodrigo, presidenta de la Asociación Española de Medicina Estética, señala que la mayor demanda de tratamientos de los hombres (32%) se centra en la mejora de la cara, sobre todo rejuvenecimiento facial y aplicación de la denominada toxina botulínica. En segundo lugar, con un 26%, los tratamientos para el tratamiento de la obesidad y la adiposidad localizada. En tercer lugar, con un 21%, la depilación, tanto fotodepilación como depilación láser.
La creciente obsesión por la depilación masculina avanza al mismo ritmo que decrece el interés por los tratamientos de alopecia. Ser calvo ha dejado de ser un problema para muchos hombres, según constatan las clínicas estéticas.
"El aumento de hombres en las clínicas de medicina estética obedece principalmente a tres motivos. El primero es que el hombre ha perdido el miedo a cuidarse y ha desterrado falsos mitos. En segundo lugar, nuestra vida laboral y nuestra esperanza de vida están en aumento y es necesario estar físicamente bien. Es necesario un equilibrio entre la mente y cuerpo para tener una buena salud. Por último, la presión en el trabajo en estos tiempos de crisis ha hecho que los hombres consideren todas las posibilidades para poder competir, sobre todo con los más jóvenes. Una buena presencia y sentirse bien es muy necesario", afirma Rodrigo.
No es de extrañar que más de la mitad de los hombres que acuden a las consultas sean directivos o empresarios. A ellos especialmente les es necesario mejorar su aspecto físico. "Sentirse bien es la premisa principal para mostrarse seguro, y eso repercute en el trabajo", dice Rodrigo.
El 80% de las clínicas de medicina estética españolas aumentaron en el 2010 los tratamientos a hombres, fundamentalmente de entre 30 y 50 años, y esa tendencia se va a mantener, según los expertos. Según una encuesta impulsada por XXVI Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), que reúne a unos 800 médicos y especialistas en Barcelona, el 32% de los hombres que acuden a una clínica de Medicina Estética solicitan un tratamiento de rejuvenecimiento facial, en segundo lugar obesidad (26%) y en tercer lugar la depilación (21%).
Pilar Rodrigo, presidenta de la Asociación Española de Medicina Estética, señala que la mayor demanda de tratamientos de los hombres (32%) se centra en la mejora de la cara, sobre todo rejuvenecimiento facial y aplicación de la denominada toxina botulínica. En segundo lugar, con un 26%, los tratamientos para el tratamiento de la obesidad y la adiposidad localizada. En tercer lugar, con un 21%, la depilación, tanto fotodepilación como depilación láser.
La creciente obsesión por la depilación masculina avanza al mismo ritmo que decrece el interés por los tratamientos de alopecia. Ser calvo ha dejado de ser un problema para muchos hombres, según constatan las clínicas estéticas.
"El aumento de hombres en las clínicas de medicina estética obedece principalmente a tres motivos. El primero es que el hombre ha perdido el miedo a cuidarse y ha desterrado falsos mitos. En segundo lugar, nuestra vida laboral y nuestra esperanza de vida están en aumento y es necesario estar físicamente bien. Es necesario un equilibrio entre la mente y cuerpo para tener una buena salud. Por último, la presión en el trabajo en estos tiempos de crisis ha hecho que los hombres consideren todas las posibilidades para poder competir, sobre todo con los más jóvenes. Una buena presencia y sentirse bien es muy necesario", afirma Rodrigo.
No es de extrañar que más de la mitad de los hombres que acuden a las consultas sean directivos o empresarios. A ellos especialmente les es necesario mejorar su aspecto físico. "Sentirse bien es la premisa principal para mostrarse seguro, y eso repercute en el trabajo", dice Rodrigo.