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Debido a que hay muchos tipos de pérdida de pelo la búsqueda de la causa exacta puede ser un reto. Este examen abarcará las causas más comunes de pérdida de cabello que se producen en una piel normal del cuero cabelludo. El término médico para la pérdida de cabello es la alopecia.
La mayoría de la pérdida del cabello no está asociada con enfermedad sistémica o interna, ni tampoco una dieta deficiente es un factor frecuente. El pelo puede simplemente volverse mas fino por un resultado de factores genéticos predeterminados y el proceso general de envejecimiento. Muchos hombres y mujeres pueden notar reducción fisiológica leve del calibre del pelo a partir de los 30 y 40 años. Vicisitudes de la vida, incluyendo la enfermedad, trauma emocional, la privación de proteínas (durante una dieta estricta), y los cambios hormonales como los que ocurren en el embarazo, la pubertad y la menopausia pueden causar una pérdida de cabello reversible.
Varias condiciones de salud, incluyendo la enfermedad tiroidea y la anemia por deficiencia de hierro, pueden causar pérdida de cabello. Mientras que los análisis de sangre de tiroides y otras pruebas de laboratorio, incluyendo un recuento sanguíneo completo (CBC), en las personas que tienen pérdida de pelo ordinario suelen ser normales, es importante excluir las causas subyacentes de la pérdida de pelo repentina o grave. Tal detección básica puede ser realizada por un médico de familia, internista o ginecólogo. Los dermatólogos son los médicos que se especializan en problemas de la piel, el cabello y las uñas y pueden proporcionar diagnóstico y tratamiento del cabello que se vuelve mas fino así como una pérdida más avanzada. A veces, una biopsia del cuero cabelludo puede ser útil para ayudar en el diagnóstico de la pérdida de cabello severa o inexplicable.
Aunque muchos medicamentos advierten de una posible "caída del cabello", entre sus posibles efectos secundarios, la mayoría de las drogas no son propensas a inducir la pérdida de cabello. Por otro lado, la quimioterapia del cáncer y medicamentos inmunosupresores comúnmente producen pérdida de cabello completa el cual después de la quimioterapia vuelve a crecer entre los seis a 12 meses siguientes.
La mayoría de la pérdida del cabello no está asociada con enfermedad sistémica o interna, ni tampoco una dieta deficiente es un factor frecuente. El pelo puede simplemente volverse mas fino por un resultado de factores genéticos predeterminados y el proceso general de envejecimiento. Muchos hombres y mujeres pueden notar reducción fisiológica leve del calibre del pelo a partir de los 30 y 40 años. Vicisitudes de la vida, incluyendo la enfermedad, trauma emocional, la privación de proteínas (durante una dieta estricta), y los cambios hormonales como los que ocurren en el embarazo, la pubertad y la menopausia pueden causar una pérdida de cabello reversible.
Varias condiciones de salud, incluyendo la enfermedad tiroidea y la anemia por deficiencia de hierro, pueden causar pérdida de cabello. Mientras que los análisis de sangre de tiroides y otras pruebas de laboratorio, incluyendo un recuento sanguíneo completo (CBC), en las personas que tienen pérdida de pelo ordinario suelen ser normales, es importante excluir las causas subyacentes de la pérdida de pelo repentina o grave. Tal detección básica puede ser realizada por un médico de familia, internista o ginecólogo. Los dermatólogos son los médicos que se especializan en problemas de la piel, el cabello y las uñas y pueden proporcionar diagnóstico y tratamiento del cabello que se vuelve mas fino así como una pérdida más avanzada. A veces, una biopsia del cuero cabelludo puede ser útil para ayudar en el diagnóstico de la pérdida de cabello severa o inexplicable.
Aunque muchos medicamentos advierten de una posible "caída del cabello", entre sus posibles efectos secundarios, la mayoría de las drogas no son propensas a inducir la pérdida de cabello. Por otro lado, la quimioterapia del cáncer y medicamentos inmunosupresores comúnmente producen pérdida de cabello completa el cual después de la quimioterapia vuelve a crecer entre los seis a 12 meses siguientes.