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Miércoles 09 de marzo de 2011
Una conocida empresa dedicada a la medicina estética, con consultas en las principales ciudades españolas, ha sido condenada por la Audiencia de Palma a indemnizar a un paciente que acudió a la consulta para solucionar sus problemas de alopecia.
El paciente, que ahora recibirá una indemnización de más de 23.000 euros, acudió a la consulta de esta empresa en Palma en mayo de 2006. Firmó un contrato por el que se establecía que un médico le colocaría en la cabeza microinjertos de cabello para taparle la calvicie. El precio de la intervención y del posterior tratamiento se estableció en 9.630 euros. La operación se realizó en Barcelona y el postoperatorio en Palma. La intervención fue un fracaso. El paciente no solo no recuperó el pelo de la cabeza, sino que como consecuencia de la operación le ha quedado una cicatriz en la zona occipital y múltiples microcicatrices. A pesar del elevado precio que tuvo que afrontar, en la actualidad el cliente sigue calvo.
El consentimiento que firmó el paciente con la clínica de medicina estética no mencionaba la posibilidad de que la operación fuera un fracaso. Tampoco se menciona esta posibilidad en la propaganda que realiza la empresa a través de distintos medios de comunicación.
El tribunal de la Audiencia de Palma que ha analizado los hechos establece la diferencia entre la medicina curativa y la intervención quirúrgica reparadora o estética. En el primer caso, al médico no está obligado a la curación del paciente, sino que se le exige que aplique todos los medios que tenga a su alcance para atender al enfermo. Sin embargo, cuando se trata de una operación médica reparadora la situación es muy distinta, a juicio del tribunal, ya que en este caso sí se exige un resultado. El tribunal ya no habla de paciente, sino de cliente, y señala que el médico está obligado a conseguir el objetivo que se buscaba. En este caso, los jueces entienden que el resultado que se buscaba era solucionar la alopecia del cliente.
El perjudicado recuperará el importe de la operación, más una indemnización por las cicatrices que presenta en la cabeza tras el fracasado tratamiento.
Una conocida empresa dedicada a la medicina estética, con consultas en las principales ciudades españolas, ha sido condenada por la Audiencia de Palma a indemnizar a un paciente que acudió a la consulta para solucionar sus problemas de alopecia.
El paciente, que ahora recibirá una indemnización de más de 23.000 euros, acudió a la consulta de esta empresa en Palma en mayo de 2006. Firmó un contrato por el que se establecía que un médico le colocaría en la cabeza microinjertos de cabello para taparle la calvicie. El precio de la intervención y del posterior tratamiento se estableció en 9.630 euros. La operación se realizó en Barcelona y el postoperatorio en Palma. La intervención fue un fracaso. El paciente no solo no recuperó el pelo de la cabeza, sino que como consecuencia de la operación le ha quedado una cicatriz en la zona occipital y múltiples microcicatrices. A pesar del elevado precio que tuvo que afrontar, en la actualidad el cliente sigue calvo.
El consentimiento que firmó el paciente con la clínica de medicina estética no mencionaba la posibilidad de que la operación fuera un fracaso. Tampoco se menciona esta posibilidad en la propaganda que realiza la empresa a través de distintos medios de comunicación.
El tribunal de la Audiencia de Palma que ha analizado los hechos establece la diferencia entre la medicina curativa y la intervención quirúrgica reparadora o estética. En el primer caso, al médico no está obligado a la curación del paciente, sino que se le exige que aplique todos los medios que tenga a su alcance para atender al enfermo. Sin embargo, cuando se trata de una operación médica reparadora la situación es muy distinta, a juicio del tribunal, ya que en este caso sí se exige un resultado. El tribunal ya no habla de paciente, sino de cliente, y señala que el médico está obligado a conseguir el objetivo que se buscaba. En este caso, los jueces entienden que el resultado que se buscaba era solucionar la alopecia del cliente.
El perjudicado recuperará el importe de la operación, más una indemnización por las cicatrices que presenta en la cabeza tras el fracasado tratamiento.