Alopecia androgenetica

[tenermaspelo]

También se llama alopecia prematura, alopecia androgenética, alopecia común o calvicie común por ser la más frecuente de las alopecias. Es mucho más común en los hombres que las mujeres.
Es hereditaria, de tipo autosómico dominante pero afecta a varones adultos por necesitarse la presencia de andrógenos para manifestarse.[2] La imposibilidad de curar este tipo de alopecia a largo plazo radica en su secuencia biológica, ya que se trata de una alopecia hereditaria, de base genética poligénica, desencadenante hormonal andrógeno, y en cuyo proceso final interviene el sistema inmune, mediante una infiltración linfocitaria que produce un fenómeno conocido como fibrosis perifolicular, que contribuye entre otros factores a que los cabellos miniaturizados no puedan recuperar su condición medulada, condición necesaria para que puedan formarse cabellos de una longitud superior a los 25 mm.

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Tratamiento de la alopecia: soluciones para curar la alopecia.

La finasteride (vendida como propecia), es un derivado no hormonal de los corticosteroides, representa una novedad de curación para la caída del cabello, ya que consigue inhibir la actividad de la 5-alfa-reductasa. Su acción es especifica sobre los receptores capilares, sin influir sobre el resto del pelo. Como sucede a menudo en medicina, la finasteride se utilizaba para la curación de la hipertrofia de la próstata.

La finasteride o propecia no funciona en casos de alopecia total o casi total, ya que en este caso el daño es irreparable por la inexistencia de bulbos capilares sanos, también una administración temprana del medicamento seria inútil tanto desde un punto de vista terapéutico como económico. Así que podemos concluir diciendo que la finasteride seria útil solo en casos de alopecias intermedias.

Está indicada en casos de alopecia leves y en varones que no hayan superado los 40 años. Deberá ser administrada en la cantidad que determine el dermatólogo, generalmente una pastilla al día (1 mg) y nunca sin control médico o aumentando la dosis nosotros mismos. El ciclo de curación dura unos dos años aproximadamente, bajo la supervisión del dermatólogo cada tres meses, para evaluar los posibles efectos secundarios.