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Aquí os dejo mi caso, tras operarme el pasado agosto en la clínica FUEXPERT con el dr. Couto.
Tengo 33 años y a lo largo de la última década he ido perdiendo pelo de la primera línea (a un ritmo lento), provocando que las entradas fuesen cada vez más pronunciadas y que los temple points recedieran mucho; esto, unido a que durante el último año perdí bastante densidad, me hizo comenzar a pensar en soluciones a mi problema. He utilizado Minoxidil durante los últimos años, pero sólo una vez al día y de un modo poco constante (lo cual ha contribuido a que los efectos no hayan sido demasiado visibles) y siempre había tenido bastantes reticencias a tomar propecia (por los posibles efectos secundarios, como sucede a muchos), por lo que, tras consultar el foro, decidí que la mejor y más duradera opción era una operación.
Tras unos días de investigación entre todas vuestras opiniones y casos, en abril contacté con 4 clínicas diferentes (ASMED, BHR, Michalis y FUEXPERT). Por mis circunstancias, tenía que operarme en verano, y pensé que la opción de no tener que irme lejos, junto a los excelentes resultados de los casos que observé por el foro, hacían de FUEXPERT la opción más recomendable, por lo que concreté una consulta preliminar en mayo. Todas las buenas sensaciones sobre la profesionalidad y seriedad de la clínica que había percibido leyendo el foro se confirmaron in situ.
El día de la consulta, fui recibido por Candy y el dr. Couto, dándome unas cuantas informaciones de mucha utilidad. La pasión que el doctor muestra por su trabajo y que todos sus pacientes resaltan quedó de manifiesto desde el primer minuto. En primer lugar, hizo una valoración de mi situación, mostrándome con una especie de lente de aumento los pelos miniaturizados de la zona de las entradas, y evaluando la zona donante (densidad alta pero pelo bastante fino). Con estos datos, y teniendo en cuenta mi edad y estado (Norwood 3), lo primero que me recomendó es que empezase a tomar finasterida inmediatamente, debido a la importancia de conservar el pelo propio, independientemente de la operación. Insistió mucho en ese punto (dado que mi idea era tratar de evitar tomar la medicación, pensando que el trasplante sólo resolvería el problema), indicándome que la posible operación supone, lógicamente, un trauma para la zona de cuero cabelludo intervenida y podría provocar la caída definitiva de pelo que estuviese debilitado y que, para minimizar esta posibilidad, era necesario que el pelo estuviese lo más fuerte posible. Me pareció interesante la forma de hablar sobre todo el asunto del doctor, puesto que la conversación se centró inicialmente en mi problema de alopecia, en las posibles causas, y en las distintas posibilidades para solucionarlo y mejorarlo, quedando en segundo plano la operación. Esto denota que el doctor es exactamente eso, un profesional de la medicina, haciendo muy fácil la decisión de depositar la confianza en él.
En segundo lugar, pasamos a hablar de la intervención. El doctor me sugirió recuperar la línea frontal y repoblar toda la zona anterior y realizó el dibujo, estimando la necesidad de grafts en 2500. Yo quería ir un paso más allá, reconstruyendo también los temple points, por lo que el doctor procedió a rehacer el dibujo incluyéndolo. Me informó de que, para realizar mi idea, sería necesarios unos 3500 grafts en total y un día más de operación. Me comentó, además, que el utilizar 1000 unidades más podría suponer un problema en el caso de que fuesen necesarias más operaciones en años venideros y que, en el caso de que los temple points siguieran recediendo, sería necesario volver a operar porque la sensación estética es muy difícil de disimular. En mi caso, la recesión de los temple points comenzó muy pronto (alrededor de los 20), por lo que la idea de recuperarlos me resultaba muy atractiva (en la propia web de FUEXPERT indican que puede ser la diferencia entre un resultado bueno y uno excepcional), a pesar de lo cual quedamos en que lo pensaría un par de días y daría una respuesta definitiva (el hecho de que el propio doctor tratase de que me pensara dos veces aquello que para la clínica supone, al fin y al cabo, más dinero, supuso para mí una muestra más de buen hacer).
Finalmente, decidí optar por mi opción y concretamos la operación para el 5, 6 y 7 de agosto. La clínica te pide una señal para reservar del 10%, que se puede transferir fácilmente al número de cuenta que te facilitan. Asimimo, alquilé durante 8 días un piso a escasos 200 metros de la clínica, para poder estar tranquilo y minimizar al máximo situaciones potencialmente problemáticas (medios de transporte y demás).
El primer día, el doctor me presentó al equipo, con el que es un placer tratar y que, como también se ha comentado en el foro, te hace sentir como en casa desde el primer momento, lo cual es muy de agradecer cuando se comparten 8 horas diarias durante 3 días de operación. El doctor me dibujó la línea, tomó fotos de mi estado inicial y decidió que dedicaría el primer día a repoblar la zona central, y los dos días siguientes a reconstruir cada uno de los lados. Es importante señalar (parece que no es así en todas las clínicas, por lo que he leído en estos días) que es el propio doctor Couto el que realiza tanto la extracción (motora y manual) como la colocación, y las enfermeras se encargan de preparar las unidades para su colocación, conservarlas y contarlas. Los tres días de operación fueron bastante llevaderos (sólo a última hora sentí molestias en la espalda por estar demasiado tiempo en la misma postura), y la operación es completamente indolora; de hecho, el doctor insistió en que, si sentía el más mínimo dolor, se lo comentase y pondría más anestesia, dado que la tensión por el dolor podía perjudicar el proceso. Las indicaciones de cuidado para estos días fueron rociar las zonas donante y receptora con el spray que da la clínica para que se mantuviese hidratada y dormir boca arriba, teniendo cuidado de no rozar las zona receptora.
El último día, tras finalizar, el doctor me recomendó que tomase un batido diario de su programa AFR y una vitamina por la noche durante 6 meses. Por circunstancias personales, comencé con la finasterida el mismo de la operación (que, por cierto, no me ha provocado efectos secundarios), con lo que era importante reforzar el pelo todo lo posible. Asimismo, me indicó que, en cuanto cayesen las costras, empezara con Minoxidil dos veces al día.
Las costras cayeron en su totalidad a los 10 días y con ellas unos pocos de los pelos implantados. Entre las tres semanas y el mes, aproximadamente, comenzó una caída más pronunciada de este pelo, pero he conservado bastante del mismo (alrededor del 35%, más o menos) y, afortunadamente, no he sufrido shock loss de los nativos. Sí que he sufrido algunos incidentes de foliculitis, pero nada fuera de lo normal. A los 2 meses y medio (antes de lo esperado, como el propio doctor me ha confirmado) he comenzado a ver pequeños pelitos asomándose, y la sensación de la línea frontal, a día de hoy, en que hace 3 meses y medio, hace pensar que todo va por buen camino. Evidentemente, falta mucho camino por recorrer, pero las sensaciones hasta ahora son muy positivas.
No me queda más que agradecer a todo el equipo de FUEXPERT el gran trabajo realizado, y animaros a todos a los que os lo podáis permitir y creáis que recuperar el pelo os puede hacer sentir mejor, a que os lancéis y busquéis un buen profesional para poneros en sus manos. En mi caso, me decidí a operarme cuando leí a un forero que escribió que antes tenía que pasarse muchos ratos peinándose para disimular su problema y poniendo mala cara cuando tocaba hacerse una foto, y que todo eso ya era agua pasada y se sentía estupendamente. Afortunadamente, el tema del pelo no es cuestión de vida o muerte, pero para aquellos a los que nos supone un problema no tiene sentido no intentar afrontarlo de la mejor manera posible, ya sea con medicación, operación, o cualesquiera otros medios.
Espero que esta selección de fotos del proceso, desde mi estado inicial hasta los 3 meses y medio os sirvan para opinar. Seguiré actualizando.....
¡Muchos ánimos!
Tengo 33 años y a lo largo de la última década he ido perdiendo pelo de la primera línea (a un ritmo lento), provocando que las entradas fuesen cada vez más pronunciadas y que los temple points recedieran mucho; esto, unido a que durante el último año perdí bastante densidad, me hizo comenzar a pensar en soluciones a mi problema. He utilizado Minoxidil durante los últimos años, pero sólo una vez al día y de un modo poco constante (lo cual ha contribuido a que los efectos no hayan sido demasiado visibles) y siempre había tenido bastantes reticencias a tomar propecia (por los posibles efectos secundarios, como sucede a muchos), por lo que, tras consultar el foro, decidí que la mejor y más duradera opción era una operación.
Tras unos días de investigación entre todas vuestras opiniones y casos, en abril contacté con 4 clínicas diferentes (ASMED, BHR, Michalis y FUEXPERT). Por mis circunstancias, tenía que operarme en verano, y pensé que la opción de no tener que irme lejos, junto a los excelentes resultados de los casos que observé por el foro, hacían de FUEXPERT la opción más recomendable, por lo que concreté una consulta preliminar en mayo. Todas las buenas sensaciones sobre la profesionalidad y seriedad de la clínica que había percibido leyendo el foro se confirmaron in situ.
El día de la consulta, fui recibido por Candy y el dr. Couto, dándome unas cuantas informaciones de mucha utilidad. La pasión que el doctor muestra por su trabajo y que todos sus pacientes resaltan quedó de manifiesto desde el primer minuto. En primer lugar, hizo una valoración de mi situación, mostrándome con una especie de lente de aumento los pelos miniaturizados de la zona de las entradas, y evaluando la zona donante (densidad alta pero pelo bastante fino). Con estos datos, y teniendo en cuenta mi edad y estado (Norwood 3), lo primero que me recomendó es que empezase a tomar finasterida inmediatamente, debido a la importancia de conservar el pelo propio, independientemente de la operación. Insistió mucho en ese punto (dado que mi idea era tratar de evitar tomar la medicación, pensando que el trasplante sólo resolvería el problema), indicándome que la posible operación supone, lógicamente, un trauma para la zona de cuero cabelludo intervenida y podría provocar la caída definitiva de pelo que estuviese debilitado y que, para minimizar esta posibilidad, era necesario que el pelo estuviese lo más fuerte posible. Me pareció interesante la forma de hablar sobre todo el asunto del doctor, puesto que la conversación se centró inicialmente en mi problema de alopecia, en las posibles causas, y en las distintas posibilidades para solucionarlo y mejorarlo, quedando en segundo plano la operación. Esto denota que el doctor es exactamente eso, un profesional de la medicina, haciendo muy fácil la decisión de depositar la confianza en él.
En segundo lugar, pasamos a hablar de la intervención. El doctor me sugirió recuperar la línea frontal y repoblar toda la zona anterior y realizó el dibujo, estimando la necesidad de grafts en 2500. Yo quería ir un paso más allá, reconstruyendo también los temple points, por lo que el doctor procedió a rehacer el dibujo incluyéndolo. Me informó de que, para realizar mi idea, sería necesarios unos 3500 grafts en total y un día más de operación. Me comentó, además, que el utilizar 1000 unidades más podría suponer un problema en el caso de que fuesen necesarias más operaciones en años venideros y que, en el caso de que los temple points siguieran recediendo, sería necesario volver a operar porque la sensación estética es muy difícil de disimular. En mi caso, la recesión de los temple points comenzó muy pronto (alrededor de los 20), por lo que la idea de recuperarlos me resultaba muy atractiva (en la propia web de FUEXPERT indican que puede ser la diferencia entre un resultado bueno y uno excepcional), a pesar de lo cual quedamos en que lo pensaría un par de días y daría una respuesta definitiva (el hecho de que el propio doctor tratase de que me pensara dos veces aquello que para la clínica supone, al fin y al cabo, más dinero, supuso para mí una muestra más de buen hacer).
Finalmente, decidí optar por mi opción y concretamos la operación para el 5, 6 y 7 de agosto. La clínica te pide una señal para reservar del 10%, que se puede transferir fácilmente al número de cuenta que te facilitan. Asimimo, alquilé durante 8 días un piso a escasos 200 metros de la clínica, para poder estar tranquilo y minimizar al máximo situaciones potencialmente problemáticas (medios de transporte y demás).
El primer día, el doctor me presentó al equipo, con el que es un placer tratar y que, como también se ha comentado en el foro, te hace sentir como en casa desde el primer momento, lo cual es muy de agradecer cuando se comparten 8 horas diarias durante 3 días de operación. El doctor me dibujó la línea, tomó fotos de mi estado inicial y decidió que dedicaría el primer día a repoblar la zona central, y los dos días siguientes a reconstruir cada uno de los lados. Es importante señalar (parece que no es así en todas las clínicas, por lo que he leído en estos días) que es el propio doctor Couto el que realiza tanto la extracción (motora y manual) como la colocación, y las enfermeras se encargan de preparar las unidades para su colocación, conservarlas y contarlas. Los tres días de operación fueron bastante llevaderos (sólo a última hora sentí molestias en la espalda por estar demasiado tiempo en la misma postura), y la operación es completamente indolora; de hecho, el doctor insistió en que, si sentía el más mínimo dolor, se lo comentase y pondría más anestesia, dado que la tensión por el dolor podía perjudicar el proceso. Las indicaciones de cuidado para estos días fueron rociar las zonas donante y receptora con el spray que da la clínica para que se mantuviese hidratada y dormir boca arriba, teniendo cuidado de no rozar las zona receptora.
El último día, tras finalizar, el doctor me recomendó que tomase un batido diario de su programa AFR y una vitamina por la noche durante 6 meses. Por circunstancias personales, comencé con la finasterida el mismo de la operación (que, por cierto, no me ha provocado efectos secundarios), con lo que era importante reforzar el pelo todo lo posible. Asimismo, me indicó que, en cuanto cayesen las costras, empezara con Minoxidil dos veces al día.
Las costras cayeron en su totalidad a los 10 días y con ellas unos pocos de los pelos implantados. Entre las tres semanas y el mes, aproximadamente, comenzó una caída más pronunciada de este pelo, pero he conservado bastante del mismo (alrededor del 35%, más o menos) y, afortunadamente, no he sufrido shock loss de los nativos. Sí que he sufrido algunos incidentes de foliculitis, pero nada fuera de lo normal. A los 2 meses y medio (antes de lo esperado, como el propio doctor me ha confirmado) he comenzado a ver pequeños pelitos asomándose, y la sensación de la línea frontal, a día de hoy, en que hace 3 meses y medio, hace pensar que todo va por buen camino. Evidentemente, falta mucho camino por recorrer, pero las sensaciones hasta ahora son muy positivas.
No me queda más que agradecer a todo el equipo de FUEXPERT el gran trabajo realizado, y animaros a todos a los que os lo podáis permitir y creáis que recuperar el pelo os puede hacer sentir mejor, a que os lancéis y busquéis un buen profesional para poneros en sus manos. En mi caso, me decidí a operarme cuando leí a un forero que escribió que antes tenía que pasarse muchos ratos peinándose para disimular su problema y poniendo mala cara cuando tocaba hacerse una foto, y que todo eso ya era agua pasada y se sentía estupendamente. Afortunadamente, el tema del pelo no es cuestión de vida o muerte, pero para aquellos a los que nos supone un problema no tiene sentido no intentar afrontarlo de la mejor manera posible, ya sea con medicación, operación, o cualesquiera otros medios.
Espero que esta selección de fotos del proceso, desde mi estado inicial hasta los 3 meses y medio os sirvan para opinar. Seguiré actualizando.....
¡Muchos ánimos!
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