Comentarios del paciente
Hola compañeros!!!
Este es mi primer mensaje, pero llevo bastante tiempo siguiendo el foro. Gracias a él descubrí al doctor Juan Couto y, por ende, ahora me hallo recién operado escribiendo estas líneas.
Voy a exponer todo mi caso y emociones, así tenga que reiterar la calidad tanto humana, como personal y profesional que poseen el doctor Couto y todo su equipo.
Voy a dividir mi historia en apartados porque es larga y supongo que a no toda la gente le interesarán todos los detalles.
1. Mis "antecedentes capilares"; cómo descubrí a Juan Couto y cuando conseguí la cita para la intervención:
Soy un muchacho de 33 años que ha llevado rastas en toda la cabeza durante los últimos 13 años de su vida.
Por herencia paterna, tenía dos "buenísimas" ,incipientes y sanas entradas causadas por nuestra conocida amiga, la alopecia androgenética.
Pero, mi estilo de vida rastafari, desembocó en dos rodales bastante amplios y llamativos de alopecia cicatricial por tracción detrás de las orejas; porque me recogía todo el pelo en una cola que ataba con dos rastas que tenía ahí situadas. Además de unas calvitas cicatriciales muy visibles en donde tenía la raya; otras calvitas no tan visibles, pero existentes en determinadas zonas de la cabeza, especialmente en las zonas temporales y occipital de la cabeza; y una debilidad general en el cuero cabelludo.
Decir que llevo 7 años trabajando en el campo; con lo que, además del propio castigo originado por la tracción de las rastas, mi pelo se estropeó muchísimo por la continua radiación del sol (no me entraban ni gorras, ni sombreros);suciedad, sudor, grasa (todo ello debido a que no podía lavarme el pelo a diario porque tardaba un montón en secarse); y, cuando lo lavaba, pesaba una exageración (tracción máxima).
El caso es que por las imposiciones de la vida, el ajetreo y el tener asumido todo ello, en todos estos años no me paré ni un momento a pensar en mí mismo. Era consciente de que, poco a poco, las entradas iban ganando terreno; mi raya tenia el grosor de un dedo y preveía que mi futuro capilar estaba abocado a un desastre...pero seguía sin pararme a pensar en ello.
Hasta el año 2014....
Por pura curiosidad, empecé a mirar el tema de los trasplantes capilares. En un principio investigué casos de la técnica FUSS, por ser más barata. Pero, ver cómo extraían la tira; las cicatrices que se les quedaban a algunas personas y que los resultados no me llegaban a llamar la atención, hicieron que desistiera por algún tiempo mi curiosidad.
Poco después empece a leer sobre la técnica FUE. En este caso, aunque más cara, la intervención me parecía muchísimo más limpia, menos invasiva y sin tantas secuelas (cicatriz incamuflable de la FUSS); pero los casos que vi no llegaron a llamarme poderosamente la atención, por lo que todavía no me lo planteé.
Hasta que con el buscador de imágenes de Google vi un chico con una cabeza superpoblada delante de una pared en la que se repetía el logotipo FUEXPERT. ..
Pinché en la imagen y Google me redireccionó a este foro y a uno de los pocos casos que había publicados del dr Couto (por aquel entonces 4 o 5).
Era un caso que publicó la misma clínica. Vi las fotos del antes, la operación, el resultado increíble a los 7 meses y me quedé perplejo preguntándome "¿es esto posible?"....
A continuación vi el caso del forero "cocodrilo". Las fotos del antes (me recordaba a Iniesta), las de la intervención y las del resultado final con un pelo de escándalo. Estaba yo solo en mi casa gritando "¡pelazo, pelazo!".
Después vi tres casos más que había publicados (Farinós, ...) y cuando llegaba al resultado final yo mismo me decía, resignado, " se obró el milagro ...."
Además, leyendo los buenos comentarios de la gente describiendo cómo era el Doctor y su actitud ante su profesión terminé de convencerme. Por lo que, llegado a este punto fue cuando me planteé "¿podría yo?".
Estuve dos días sin parar de darle vueltas a lo que había visto y me decidí a cortarme el pelo y ponerme en manos de Juan Couto.
Parece un niñería, pero después de 13 años era un paso importantísimo en mi vida y me costó darlo, porque las rastas eran ya como una extensión de mi cuerpo, como mis manos, formaban parte de mí y de hecho he crecido y madurado con ellas. Con esto quiero que entendáis lo profundo que caló en mí ver la obra de Couto. Fue como un flechazo, amor a primera vista.
Así que, me puse en contacto con la clínica y concerté una cita a la que tenía que acudir con el pelo ya corto.
Decir que, por aquel entonces no sabía que tenía los dos "parches" detrás de las orejas; ni el pelo tan castigado debajo de las rastas porque ellas mismas lo tapaban todo. Yo mismo las corté y al ver el panorama casi me dio un patatús, depresión total.
Pasó un mes hasta que me vio el doctor y puedo asegurar que fueron 30 días angustiosos porque no creía posible que me pudiera operar, ya que los huecos detrás de las orejas estaban justo en medio de la zona donante y el pelo adyacente a ellos también estaba muy tocado.
Así llegué a la consulta y, al verme Juan, lo primero que me dijo fue "no voy a poder..." y pensé "uffffff, mi peor pesadilla", y continuó diciendo
"...bajarte la primera línea porque tienes la zona donante muy tocada"
Y respiré un poco más tranquilo. Además, la primera línea se me ha mantenido en su sitio. Tengo una buena frente de toda la vida.E iba a la consulta con la certeza de que, en el caso de poder operarme, no iba a poder bajarla. Lo que más me quitaba el sueño era reparar el daño que me habían hecho las rastas detrás de las orejas por que cualquiera que me viera la cabeza iba a pensar qué enfermedad tenía que se me caía el pelo en sitios poco usuales. A parte de ello, mi intención era cerrarme lo que buenamente pudiera las entradas y repoblar los huecos que se me habían quedado en la raya.
El 1 de septiembre del 2014 fue cuando reservé la fecha para el quirófano los días 5 y 6 de marzo del 2015. Antes no tenían disponibilidad. Para mi esto fue providencial porque entraba justísimo en el plazo que, por motivos laborales, me podía permitir; ya que si no, las siguientes fechas eran para finales de abril y lo habría tenido muy difícil por el trabajo.
Este es mi primer mensaje, pero llevo bastante tiempo siguiendo el foro. Gracias a él descubrí al doctor Juan Couto y, por ende, ahora me hallo recién operado escribiendo estas líneas.
Voy a exponer todo mi caso y emociones, así tenga que reiterar la calidad tanto humana, como personal y profesional que poseen el doctor Couto y todo su equipo.
Voy a dividir mi historia en apartados porque es larga y supongo que a no toda la gente le interesarán todos los detalles.
1. Mis "antecedentes capilares"; cómo descubrí a Juan Couto y cuando conseguí la cita para la intervención:
Soy un muchacho de 33 años que ha llevado rastas en toda la cabeza durante los últimos 13 años de su vida.
Por herencia paterna, tenía dos "buenísimas" ,incipientes y sanas entradas causadas por nuestra conocida amiga, la alopecia androgenética.
Pero, mi estilo de vida rastafari, desembocó en dos rodales bastante amplios y llamativos de alopecia cicatricial por tracción detrás de las orejas; porque me recogía todo el pelo en una cola que ataba con dos rastas que tenía ahí situadas. Además de unas calvitas cicatriciales muy visibles en donde tenía la raya; otras calvitas no tan visibles, pero existentes en determinadas zonas de la cabeza, especialmente en las zonas temporales y occipital de la cabeza; y una debilidad general en el cuero cabelludo.
Decir que llevo 7 años trabajando en el campo; con lo que, además del propio castigo originado por la tracción de las rastas, mi pelo se estropeó muchísimo por la continua radiación del sol (no me entraban ni gorras, ni sombreros);suciedad, sudor, grasa (todo ello debido a que no podía lavarme el pelo a diario porque tardaba un montón en secarse); y, cuando lo lavaba, pesaba una exageración (tracción máxima).
El caso es que por las imposiciones de la vida, el ajetreo y el tener asumido todo ello, en todos estos años no me paré ni un momento a pensar en mí mismo. Era consciente de que, poco a poco, las entradas iban ganando terreno; mi raya tenia el grosor de un dedo y preveía que mi futuro capilar estaba abocado a un desastre...pero seguía sin pararme a pensar en ello.
Hasta el año 2014....
Por pura curiosidad, empecé a mirar el tema de los trasplantes capilares. En un principio investigué casos de la técnica FUSS, por ser más barata. Pero, ver cómo extraían la tira; las cicatrices que se les quedaban a algunas personas y que los resultados no me llegaban a llamar la atención, hicieron que desistiera por algún tiempo mi curiosidad.
Poco después empece a leer sobre la técnica FUE. En este caso, aunque más cara, la intervención me parecía muchísimo más limpia, menos invasiva y sin tantas secuelas (cicatriz incamuflable de la FUSS); pero los casos que vi no llegaron a llamarme poderosamente la atención, por lo que todavía no me lo planteé.
Hasta que con el buscador de imágenes de Google vi un chico con una cabeza superpoblada delante de una pared en la que se repetía el logotipo FUEXPERT. ..
Pinché en la imagen y Google me redireccionó a este foro y a uno de los pocos casos que había publicados del dr Couto (por aquel entonces 4 o 5).
Era un caso que publicó la misma clínica. Vi las fotos del antes, la operación, el resultado increíble a los 7 meses y me quedé perplejo preguntándome "¿es esto posible?"....
A continuación vi el caso del forero "cocodrilo". Las fotos del antes (me recordaba a Iniesta), las de la intervención y las del resultado final con un pelo de escándalo. Estaba yo solo en mi casa gritando "¡pelazo, pelazo!".
Después vi tres casos más que había publicados (Farinós, ...) y cuando llegaba al resultado final yo mismo me decía, resignado, " se obró el milagro ...."
Además, leyendo los buenos comentarios de la gente describiendo cómo era el Doctor y su actitud ante su profesión terminé de convencerme. Por lo que, llegado a este punto fue cuando me planteé "¿podría yo?".
Estuve dos días sin parar de darle vueltas a lo que había visto y me decidí a cortarme el pelo y ponerme en manos de Juan Couto.
Parece un niñería, pero después de 13 años era un paso importantísimo en mi vida y me costó darlo, porque las rastas eran ya como una extensión de mi cuerpo, como mis manos, formaban parte de mí y de hecho he crecido y madurado con ellas. Con esto quiero que entendáis lo profundo que caló en mí ver la obra de Couto. Fue como un flechazo, amor a primera vista.
Así que, me puse en contacto con la clínica y concerté una cita a la que tenía que acudir con el pelo ya corto.
Decir que, por aquel entonces no sabía que tenía los dos "parches" detrás de las orejas; ni el pelo tan castigado debajo de las rastas porque ellas mismas lo tapaban todo. Yo mismo las corté y al ver el panorama casi me dio un patatús, depresión total.
Pasó un mes hasta que me vio el doctor y puedo asegurar que fueron 30 días angustiosos porque no creía posible que me pudiera operar, ya que los huecos detrás de las orejas estaban justo en medio de la zona donante y el pelo adyacente a ellos también estaba muy tocado.
Así llegué a la consulta y, al verme Juan, lo primero que me dijo fue "no voy a poder..." y pensé "uffffff, mi peor pesadilla", y continuó diciendo
"...bajarte la primera línea porque tienes la zona donante muy tocada"
Y respiré un poco más tranquilo. Además, la primera línea se me ha mantenido en su sitio. Tengo una buena frente de toda la vida.E iba a la consulta con la certeza de que, en el caso de poder operarme, no iba a poder bajarla. Lo que más me quitaba el sueño era reparar el daño que me habían hecho las rastas detrás de las orejas por que cualquiera que me viera la cabeza iba a pensar qué enfermedad tenía que se me caía el pelo en sitios poco usuales. A parte de ello, mi intención era cerrarme lo que buenamente pudiera las entradas y repoblar los huecos que se me habían quedado en la raya.
El 1 de septiembre del 2014 fue cuando reservé la fecha para el quirófano los días 5 y 6 de marzo del 2015. Antes no tenían disponibilidad. Para mi esto fue providencial porque entraba justísimo en el plazo que, por motivos laborales, me podía permitir; ya que si no, las siguientes fechas eran para finales de abril y lo habría tenido muy difícil por el trabajo.
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